martes, 22 de enero de 2013

A blanco y negro


Esta fotografía es muy especial para mí... la tomé una fría mañana del mes de diciembre de 2012, cuando mi pequeño apenas estaba pisando los cinco meses y muy decidido él a aprender la posición de gateo, practicando en la cama de mamá y papá. Estos son momentos que realmente uno no debe dejar de fotografiar, porque siempre quedarán para el recuerdo familiar: la evolución y crecimiento de los hijos son acontecimientos relevantes para su desarrollo como persona y ser humano. 

4 comentarios:

  1. Que razon tienes, ahora me alegro haberle hecho miles de fotos y videos, me pongo a verlas y me encanta!!

    ResponderEliminar
  2. Siempre que estemos con ellos, debemos aprovechar sus mejores momentos para fotografiarlos, porque para después es tarde... Si la tecnología lo permite no esperemos, esto es lo único que queda

    ResponderEliminar
  3. Que pelo más negro!! Y cuanto tiene. Aunque sea de espaldas, se ve que es una preciosidad muy inquieta :)

    ResponderEliminar
  4. En ese momento tenía!! Ahora está un poco calvo!! Se le ha caído el cabello pero bien parejo... Gracias por comentar!! Es súper inquieto desde que nació

    ResponderEliminar

Tu comentario es importante para mí... Gracias por escribirme!!